Ahora traslademos esa escena al mundo empresarial. Hoy, muchas organizaciones creen que están seguras solo por haber implementado autenticación multifactor (MFA). Pero la realidad es que, en un entorno híperconectado, el MFA básico es apenas el cinturón de seguridad en una carrera que requiere mucho más para mantenerse competitivo… y seguro.
Es cierto: implementar MFA es un paso necesario. Pero no es ni por asomo suficiente para enfrentar amenazas modernas como:
El problema es que muchas organizaciones se estancan allí. Se sienten protegidas porque hay un segundo factor. Pero en la práctica, siguen otorgando acceso por defecto, con políticas estáticas y sin considerar quién accede, desde dónde, con qué dispositivo y en qué contexto.
Eso no es Zero Trust.
Inteligencia contextual: Okta no solo valida una contraseña o un token. Evalúa si el comportamiento es habitual, si la ubicación es esperada, si el dispositivo es de confianza.
Acceso adaptativo: No todos los usuarios ni todas las situaciones requieren el mismo nivel de control. Okta adapta el tipo de autenticación a la situación de riesgo, en tiempo real.
Acceso mínimo necesario: El acceso no se concede por “rol” genérico. Se asigna bajo el principio del menor privilegio, evitando movimientos laterales de atacantes.
Evaluación continua: En Zero Trust, la confianza no es permanente. Se monitorean las sesiones activas y se revocan accesos si cambian las condiciones.
Con TEC360 y Okta, acompañamos a tu organización a evolucionar de medidas reactivas a una arquitectura de seguridad preventiva, dinámica y adaptable. Como un equipo de Fórmula 1, cada pieza importa, y el sistema solo funciona cuando está todo perfectamente orquestado.
Habla hoy con un consultor de TEC360 y acelera hacia un modelo Zero Trust real.